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Un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa durante semanas

Un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa durante el Black Friday y causar graves pérdidas económicas

Si un ciberataque logra paralizar las ventas online de una empresa las consecuencias económicas y reputacionales son muy graves

En Laponia ya están a pleno rendimiento trabajando en los regalos de Papá Noel. Aunque parezca mentira, queda un mes para el Black Friday y dos para la Navidad.

Para muchas empresas estos meses son críticos a nivel comercial. Puesto que gran parte de sus ventas se concentran en torno a los meses de noviembre y diciembre.

Si a ello le sumamos el auge de las ventas online durante el último lustro, resulta evidente que las compañías de sectores como el retail no deben estar solo pendientes de su estrategia comercial, sino también de su estrategia de ciberseguridad.

¿Por qué? Un ciberataque puede paralizar las ventas online de una compañía durante semanas.

Si esta situación ya es grave de por sí, aún puede ser más letal para las finanzas de una empresa si se produce durante las semanas en las que se prevén más ventas online.

A continuación, vamos a explicar cómo un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa y qué pueden hacer las compañías para evitar que los ciberataques contra el sector del retail se salden con enormes daños económicos y reputacionales.

1. Los ataques de ransomware, una plaga que se propaga gracias al modelo RaaS

A estas alturas, hasta las personas más profanas en materia de ciberseguridad conocen el concepto de ransomware.

Por desgracia, los ataques de ransomware han crecido de forma exponencial en los últimos años, en gran medida por la irrupción de grupos de Ransomware-as-a-Service que ofrecen a miles de delincuentes sin conocimientos ni recursos la posibilidad de lanzar ataques contra empresas.

En muchos casos, los ataques de ransomware exitosos se saldan con el robo de datos personales de clientes de las compañías, pero no se ven afectados sus servicios esenciales y su operatividad. Sin embargo, en los últimos meses se han producido incidentes de seguridad que sí han afectado a la continuidad de negocio de empresas del retail e interrumpido el funcionamiento de sus e-commerce.

Sin ir más lejos, hace unos días Muji, una compañía japonesa de retail, tuvo que cerrar su tienda online como consecuencia de un ciberataque de ransomware exitoso contra Askul, su proveedor de comercio electrónico.

Antes de que se produjese el cierre de la tienda online, los consumidores no podían realizar compras, ni visualizar su historial de pedidos a través de la aplicación de Muji.

Este incidente se une a la larga lista de ataques con ransomware sufridos en 2025 por grandes empresas del sector. El más grave de todos ellos, protagonizado por la compañía Marks & Spencer, provocó que no pudiera vender ropa de forma online durante 46 días, justo en el final de la primavera, cuando millones de británicos compraban sus outfits de verano.

Para que nos hagamos una idea del impacto económico, se estima que las ventas online suponen un tercio del volumen de ventas totales de ropa y artículos de hogar de M&S y que los consumidores se gastan cada día unos 3,8 millones de libras en su web y aplicaciones.

2. Hacer colapsar los e-commerce. Los ataques RDDoS son una amenaza en periodos críticos

Los ataques distribuidos de denegación de servicio (DDoS) no son ninguna novedad. Desde hace años los actores maliciosos lanzan esta clase de ataques contra empresas y administraciones públicas. ¿Con qué fin? Provocar una caída de sus servicios online agotando sus servicios e impidiendo que los servidores puedan atender todas las peticiones que reciben.

En el ámbito del comercio electrónico, los ataques DDoS son especialmente críticos, sobre todo, en épocas clave del año como el Black Friday o la Navidad.

Además, mediante los ataques RDDoS, los actores maliciosos no se limitan a provocar el colapso de los e-commerce, sino que exigen a las compañías el pago de un rescate, al igual que sucede en los ataques de ransomware, a cambio de detener las operaciones maliciosas.

3. Black Friday y Navidad: La ocasión perfecta para extorsionar a las compañías con e-commerce

Que un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa durante las últimas semanas de noviembre y el mes de diciembre no es una mere elucubración.

Durante el Black Friday de 2024, el grupo de retail Fourlis, a cargo de la franquicia de Ikea en países del flanco oriental de la UE como Grecia o Rumanía, sufrió un incidente de seguridad que provocó la caída del e-commerce de Ikea en estos países.

Esto implicó que los consumidores solo pudieran comprar en Ikea en sus tiendas físicas y, además, se produjeron retrasos en la gestión de las compras durante esta campaña comercial de gran relevancia económica.

¿Por qué las empresas que comercializan sus productos a través de e-commerce son un target aún más jugoso en los últimos meses del año? Si un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa en días o semanas críticos, las posibilidades de que las organizaciones acepten negociar con los delincuentes el pago de un rescate aumentan. Al igual que el importe que los actores maliciosos pueden demandar a las compañías que extorsionan.

¿Cómo se debe gestionar un incidente de seguridad que afecta a las ventas online y en el que se exige el pago de un rescate? Tanto las fuerzas de seguridad como los expertos en ciberseguridad recomiendan encarecidamente que nunca se proceda a pagar un rescate tras un ciberataque.

Por lo tanto, una vez que se detecta un incidente de seguridad es crítico activar el plan de incident response, dejar que el equipo de respuesta a incidentes orqueste una respuesta eficaz y poner en conocimiento de las autoridades públicas lo ocurrido.

Si un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa en los últimos meses del año, su impacto económico será mayúsculo

4. Las grandes compañías se enfrentan a pérdidas millonarias por la caída de sus ventas

60 millones de libras. Así ha cuantificado Co-op, un gigante británico del retail, las pérdidas en ventas como consecuencia de un ciberataque que sufrió en abril de 2025. Un dato que evidencia el enorme impacto económico de que las ventas de una empresa se vean afectadas por un incidente de seguridad.

Más allá de las pérdidas derivadas de las ventas que no se han podido realizar, no podemos perder de vista el daño a nivel competitivo que ello supone.

Por ejemplo, en el caso de M&S, un estudio concluyó que sus competidoras directas en el terreno de la moda se vieron beneficiadas. Así, mientras las ventas de M&S descendieron, las de Next, Zara o H&M repuntaron.

Por lo tanto, si un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa no implica, solo, pérdidas económicas directas e inmediatas, sino que puede menoscabar la posición de la compañía en el mercado a medio y largo plazo.

5. No solo los gigantes están en la diana. Un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa pequeña

Hasta ahora hemos hablado de grandes compañías y cifras astronómicas, pero las pymes también son vulnerables a los ciberataques. De hecho, existen factores que pueden aumentar su fragilidad frente a los incidentes:

  1. La falta de concienciación. No pocos empresarios creen que los ciberataques solo son una preocupación para las grandes empresas y que los ciberdelincuentes no atacan a las pymes.
  2. La escasa formación de los cargos directivos en materia de ciberseguridad provoca que no se diseñen e implementen estrategias de seguridad eficaces.
  3. En muchos casos no se destinan recursos a la ciberseguridad, ni se contratan servicios de ciberseguridad para pymes que aseguren un nivel de protección óptimo frente a los ataques.
  4. Aunque las empresas estén concienciadas, los recursos que pueden invertir en ciberseguridad son más limitados que los de las grandes corporaciones.
  5. Ello provoca que las pymes tarden de media más de 200 días en detectar un incidente de seguridad, por lo que las probabilidades de que los actores maliciosos se expandan por toda su infraestructura tecnológica y causen daños más graves y difíciles de solventar son mayores.
  6. Los profesionales que trabajan en las pequeñas y medianas empresas también presentan un nivel de concienciación y formación en materia de ciberseguridad bajo, por lo que son más vulnerables ante técnicas de ingeniería social.

¿Qué pasa si un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa pequeña o mediana? El resultado del incidente no se traducirá en cifras millonarias, pero su impacto económico, competitivo y reputacional puede ser tan grave que provoque la quiebra de la empresa o interrumpa su crecimiento en el medio y largo plazo.

6. La confianza de los consumidores en las ventas online está decayendo por los incidentes de seguridad

Lo que tienen en común tanto las grandes compañías como las pymes que comercializan sus productos de forma online es que se ven afectadas por la pérdida de confianza de los consumidores.

Un estudio realizado en Reino Unido tras los incidentes de seguridad sufridos por compañías como M&S, Co-op o Harrods revela que un tercio de los consumidores de entre 16 y 44 años están meditando reducir sus compras online y volver a las tiendas físicas. ¿Por qué?

Estos consumidores dan mucha importancia a la experiencia de usuario en el proceso de compra, así como a la seguridad de sus datos personales que se pueden ver afectados en incidentes de seguridad contra e-commerce.

Por lo tanto, si los consumidores comienzan a ser conscientes de la importancia de la seguridad en las compras que realizan de forma online, las empresas necesitan urgentemente incrementar sus posturas de seguridad.

Un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa, pero también puede afectar al resto del sector minando la confianza de los consumidores en el comercio electrónico.

Los e-commerce deben contar con un plan de respuesta a incidentes solvente

7. Qué se puede hacer para prevenir incidentes que afecten a las ventas online de una compañía

Para evitar que un ciberataque pueda paralizar las ventas online de una empresa son fundamentales los servicios de ciberseguridad que la compañía puede contratar para fortalecer su resiliencia:

  1. Auditoría de seguridad web continua para detectar vulnerabilidades y ataques en fases incipientes contra su e-commerce.
  2. Gestión de vulnerabilidades. Monitorizar las debilidades presentes en la infraestructura tecnológica y contar con un plan de mitigación teniendo en cuenta el posible impacto en el modelo de negocio es esencial.
  3. Test de ingeniería social. Como demuestra el incidente de M&S, el origen de muchos ataques exitosos se encuentra en un error humano. En este caso, un profesional de la empresa que se encarga de la asistencia informática de M&S fue engañado por los actores maliciosos que se hicieron pasar por un trabajador de la compañía de retail y consiguieron que se les restablecieran las credenciales de acceso a los sistemas corporativos. De ahí que sea importante someter a una compañía y a sus proveedores a pruebas de ingeniería social para mejorar su capacidad de hacer frente a estas técnicas.
  4. Pruebas DoS que permitan simular ataques en entornos controlados, de cara a anticiparse a los actores maliciosos y preparar la infraestructura de la compañía para resistir frente a ataques DDoS.
  5. Pentesting. Los test de intrusión avanzados permiten simular ataques reales para identificar debilidades que puedan ser explotadas para, por ejemplo, provocar la caída de un e-commerce. Además, los expertos que los ejecutan elaboran un listado de recomendaciones para subsanar las debilidades detectadas.
  6. Red Team. Las grandes compañías, con un nivel de madurez tecnológica más elevado y mayores recursos pueden someterse de forma periódica a simulaciones de ransomware para constatar cómo responderían sus mecanismos de defensa frente a ataques reales y optimizarlos antes de que tenga lugar un ataque real.

8. La respuesta a incidentes proactiva es crítica cuando un incidente de seguridad puede interrumpir las ventas online

¿Qué pasa si no se logra evitar un incidente de seguridad? Es fundamental actuar con celeridad y eficacia para evitar que el ciberataque pueda paralizar las ventas online o conseguir, por lo menos, limitar su impacto y recuperar la normalidad en cuestión de horas y no de semanas.

Para ello, es clave contar con un servicio de respuesta a incidentes proactivo que haya realizado un amplio abanico de tareas previamente, como la realización de:

  • Readiness assessment periódicos para garantizar que el equipo de respuesta se despliega de forma inmediata.
  • Compromise assessment recurrentes que permitan detectar actividad maliciosa en la infraestructura de la compañía.
  • Simulacros de incidente que sirvan para optimizar la respuesta a los incidentes.
  • Análisis de amenazas que permitan identificar a actores maliciosos que puedan realizar un ataque contra la empresa y conseguir prevenirlo.
  • Plan de incident response completo y actualizado para activar una respuesta eficaz con la máxima celeridad.

Gracias a este trabajo previo se puede comprender el incidente, investigarlo, identificar el alcance del compromiso, orquestar respuestas a medida y expulsar al actor malicioso para poder recuperar la normalidad y analizar lo sucedido.

¿Con qué fin? Evitar que un incidente de seguridad cause un gran impacto en una empresa, como sucede en los casos en que un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa.

En definitiva, existen múltiples casos que demuestran que un ciberataque puede paralizar las ventas online de una empresa y provocar pérdidas económicas, competitivas y reputacionales de gran envergadura.

Por eso, es crítico que las compañías que comercializan sus productos y servicios de manera online conjuguen su estrategia comercial con su estrategia de ciberseguridad y protejan un canal comercial esencial hoy en día.